LA REALIZACION DE UN MUNDO DE VERDADERO AMOR

Como detalladamente hemos expuesto, Adán y Eva se separaron a sí mismos de Dios y no pudieron alcanzar la perfección. Por lo tanto, Dios no pudo bendecirlos en un matrimonio celestial y la historia humana comenzó con un linaje satánico en lugar del linaje de Dios.

Es realmente asombroso darse cuenta de que a pesar de los miles de millones de personas que han vivido en la tierra desde entonces, Dios nunca ha tenido realmente a Su propia familia. Ni una sola familia fue establecida con la total y completa bendición de Dios a causa de que somos descendientes de Adán y Eva caídos. Si Adán y Eva se hubieran unido con Dios, ellos habrían establecido las Bodas del Cordero mencionadas en la Biblia. Dios se habría casado también en ese día, con la misma alegría y satisfacción, cumpliendo así el propósito entero de la creación. Es verdaderamente conmovedor, darse cuenta que a través de los miles de años de historia, Dios ha estado buscando constantemente a Su familia. El ha estado esperando por el día en que se pudiera realizar la primera ceremonia de un matrimonio celestial y divino entre un hombre y una mujer perfectos.

Dios quiso ver este matrimonio celestial durante el tiempo de Jesucristo. Jesús vino como el Mesías, el Hijo unigénito, el primer hombre en la tierra sin pecado. El vino como el segundo Adán (1 Cor. 15:45).

Estaba supuesto a ser el primer novio perfecto en la tierra. El momento culminante de su ministerio, se hubiera alcanzado cuando después de restaurar a una novia celestial, juntos pudiesen realizar en aquel tiempo las "Bodas del Cordero" y luego como los "Padres Verdaderos" de la humanidad hubieran establecido la primera familia de Dios en la tierra.

Sin embargo, la falta de fe de sus contemporáneos, no permitió que ese día glorioso llegara en el tiempo de Jesucristo. En lugar de eso él fue rechazado y crucificado. Desde ese tiempo la humanidad está destinada a recibir de nuevo a un tercer Adán que pueda establecer finalmente la posición de "Padres Verdaderos" de la humanidad en sustitución de los padres caídos.

Los unificacionistas afirman que ahora en este tiempo el Reverendo Sun Myung Moon ha cumplido, con éxito, la misión mesiánica que Jesucristo le encomendó en su juventud. A pesar de las indescriptibles tribulaciones, persecución y oposición, él fue finalmente victorioso no sólo en descifrar el secreto oculto sobre la raíz del pecado original, sino también en encontrar una verdadera solución para superarlo y erradicarlo.

En 1960 después de cumplir con todas las condiciones requeridas y siguiendo el mandato de Dios, Sun Myung Moon y su esposa Hak Ja Han recibieron esta bendición celestial para recrear el matrimonio puro y sin pecado que se había perdido desde el tiempo de la caída. También fueron más tarde doblemente bendecidos por Dios con trece hijos. Este matrimonio está considerado por los unificacionistas, como el punto de partida para las futuras bendiciones de Dios a la humanidad. Por eso desde 1960, el reverendo Sun Myung Moon y su esposa Hak Ja Han, en la posición de "Padres Verdaderos," han bendecido en santo matrimonio una gran cantidad de parejas en sucesivas ceremonias de boda celebradas por el Movimiento de Unificación. En 1961, recibieron esta bendicíon divina las primeras 36 parejas y en años subsiguientes: (1962) 72 parejas, (1963) 124 parejas, (1968) 430 parejas, (1970) 777 parejas, (1975) 1800 parejas, (1982) 8000 parejas, (1988) 6516 parejas, (1989) 1265 parejas y muchas otras en ceremonias de un menor numero realizadas a largo de esos años.

La más reciente de estas ceremonias memorables tuvo lugar el 25 de agosto de 1992, en Seúl, Corea. En esta extraordinaria boda participaron un total de aproximadamente 30,000 parejas, entre las que se incluyen algunas que participaron vía satélite. En esta celebración estaban representadas todas las distintas nacionalidades, razas, culturas y religiones del mundo. Todos las parejas que recibían esta gran bendición, estaban absolutamente determinadas a vivir guiadas por los eternos principios del amor verdadero, simbolizando la esperanza de la futura unidad de toda la humanidad bajo un mismo Dios, nuestro Padre Celestial. ¡Una ocasión realmente histórica!

El día anterior a esta grandiosa celebración, el 24 de agosto de 1992, ante un gran auditorio internacional compuesto por lideres religiosos, políticos, científicos, académicos y periodistas, el reverendo Sun Myung Moon hizo una histórica declaración al anunciar oficialmente que él y su esposa Hak Ja Han habían sido escogidos por Dios para ser los Padres Verdaderos de la humanidad y que habían cumplido con éxito su misión. Gracias a la victoria y el fundamento logrados por los Padres Verdaderos, esta extraordinaria bendición matrimonial se ofrece ahora a las parejas de cada nación, raza, religión y cultura, para establecer así una purificación del linaje y elevar, con un nuevo significado, el estandard de la vida familiar que ofrece a las futuras generaciones la perspectiva real de realizar un mundo completamente diferente y mejor.

En el futuro, a medida que la gente empiece a comprender el valor y la calidad de estas familias, millones de personas querrán este tipo de matrimonio. Gracias a ellos, Dios podrá restaurar la familia que Satán destruyó. Esta clase de familias restauradas, centradas en Dios, serán las piedras angulares de una nación y un mundo ideales.

En el año 1993, el señor y la señora Moon anunciaron el comienzo de "La Era del Testamento Completo" e iniciaron por todos los paises del mundo una gira de conferencias bajo el tema "Los Verdaderos Padres y la Era del Testamento Completo". El texto completo de esa histórica declaración esta incluido en el "Anexo A" al final del libro.

Es lamentable, que debido al rechazo inicial de ciertos líderes cristianos a estas nuevas revelaciones presentadas por el Reverendo Moon, se estableció una barrera que impidió que estas importantes enseñanzas pudieran extenderse masivamente sobre el terreno fértil del fundamento preparado por el cristianismo durante 2,000 años.

Es realmente paradójico, triste y lamentable que por este motivo, las personas más preparadas e idóneas, como los dirigentes religiosos, pastores, sacerdotes, monjes y monjas, que deberían de ser los primeros en recibir esta gran bendición divina, son en muchos casos, por ignorancia, los primeros en oponerse y escandalizarse.

El sociólogo jesuita Joseph Fichter, que ha estudiado detenidamente el matrimonio dentro del Movimiento de Unificación, escribe:

"Teólogos tradicionales cristianos encuentran estas enseñanzas llenas de herejías, pero para un sociólogo pragmático es como decir que los "Moonies" (Unificacionistas) han llegado a un programa familiar que funciona. Mientras que consejeros matrimoniales y curas de parroquias se llevan las manos a la cabeza sin saber que hacer ante las rupturas en la vida familiar, la Iglesia de Unificación está haciendo algo acerca de esto. La familia centrada en Dios no es meramente un bonito lema o un ideal espiritual sugerido por los líderes de la Iglesia. Es la esencia fundamental de la comunidad entre los fieles de la Iglesia. Uno tiene que reconocer su programa sistemático para la restauración del "viejo estilo" de moralidad, su énfasis en la castidad antes del matrimonio, oraciones en preparación antes del matrimonio, una disposición de aceptar orientación en la selección de la pareja, amor matrimonial como reflejo del amor de Dios, la transmisión de la perfección espiritual a los hijos. Ha habido muchos comentarios y críticas de los aspectos teológicos, políticos y económicos del Movimiento de Unificación, pero muy poco ha sido dicho acerca de las implicaciones del valor positivo con respeto al matrimonio y la familia".
Debido a este rechazo inicial de los líderes cristianos, el Reverendo Sun Myung Moon muy apenado y muy a su pesar tuvo que comenzar prácticamente desde cero y se vio obligado, en contra su deseo, a crear su propia organización religiosa.

Young Oon Kim, doctora en teología y uno de los pocos líderes cristianos en reconocer desde los inicios el valor de este mensaje, nos comenta: "El Reverendo Moon organizó la Iglesia de Unificación en Corea en 1954. Desde el comienzo, él nos dijo que nosotros no somos un movimiento denominacional. La Iglesia no es nuestra meta, ni tampoco el eje para crear el Reino de los Cielos. Es meramente el instrumento para enseñar el Principio Divino, elevar a los miembros espiritualmente y llevar adelante el trabajo de Dios. Cuando nosotros alcancemos nuestra meta, la Iglesia será disuelta".

¿Cuál es entonces esa meta? El Reverendo Moon lo exponía con claridad en un sermón el 11 de Septiembre de 1974:

"¿Cuál es nuestro propósito? Llegar a ser verdaderos hombres. Crearemos el verdadero marido y la verdadera esposa que llegarán a ser verdaderos padres que darán nacimiento a hijos que experimentarán una hermandad plena de amor. Y juntos esos hijos y padres crearán una familia celestial. La familia se expandirá en una verdadera sociedad. Esa verdadera sociedad se expandirá en una verdadera nación y esa verdadera nación se expandirá en un mundo verdadero".
El Reverendo Moon ha fundado literalmente cientos de organizaciones en los campos académico, científico, económico, político, medios de comunicación, proyectos humanitarios, etc., con el propósito de acercar este mundo más a Dios y crear una base genuina de confianza, credibilidad y reconocimiento para que finalmente estas revelaciones puedan ser comprendidas y aceptadas por la humanidad.

Pero definitivamente la misión central y fundamental del Reverendo Moon es la de dar esta bendición original de Dios para poder crear parejas y familias verdaderas. El Reverendo Sun Myung Moon tiene ahora el permiso y la autoridad de Dios y de Jesucristo para transmitir esta "bendición" que nos permite eliminar completamente el pecado original, que nos separa del linaje caído y nos injerta en el linaje de Dios.

Para finalizar este ensayo, me gustaría transcribir el mensaje dado por el Reverendo Moon a las 2075 parejas que participaron en la ceremonia de boda realizada el 1 de Julio de 1982, en el Madison Square Garden de New York, en la que el autor tuvo el privilegio de participar:

"El establecimiento de familias verdaderas y felices como fuente de vida, de amor y de alegría, ha sido la meta de Dios y del hombre durante toda la historia. Para realizar este ideal, cada uno de ustedes ha dedicado meses y años de preparación, a veces bajo circunstancias muy difíciles. Todos nosotros podemos sentirnos justamente orgullosos de encontrarnos aquí juntos, en este día, para poner otra gran piedra en la construcción del Reino de los Cielos en la Tierra. Hasta ahora los ojos del mundo han estado enfocados sobre nuestra iglesia, de ahora en adelante los ojos del mundo estarán centrados en ustedes y sus familias. Acuérdense siempre de tres cosas en su vida juntos:

  1. La unión eterna entre esposos. Su matrimonio no dura sólo "hasta que la muerte los separe" sino toda la eternidad. Cada esposo (o esposa) es una gran llave para expandir y profundizar el entendimiento del Dios infinito. En sus matrimonios el amor de Dios es consumado y , juntos, ustedes pueden recibir Su amor por completo.

  2. La tradición del amor familiar. Después de crear una unión ideal entre ustedes, es su responsabilidad educar a sus hijos bajo un compromiso hacia un estandard moral muy elevado, excelente. Antes de invertir su amor y energía en otras dimensiones, ustedes deben, con todo lo que pueden, realizar su responsabilidad como padres dedicados.

  3. El mundo ideal. El Reino de los Cielos es el mundo de corazón, donde todos pueden confiar y unirse unos a otros con amor. Pero no habrá un verdadero Reino de los Cielos para nadie mientras que la gente esté todavía en la miseria y el sufrimiento, sea físico o espiritual. Todos ustedes tienen que aceptar su responsabilidad de trabajar como ciudadanos del mundo; así la herencia que dejen a sus hijos y nietos será el mundo armonioso del amor de Dios.

Que Dios los bendiga en todo lo que hagan y pueda darles la visión y la fuerza que necesitan para realizar Su reino sobre la Tierra, que es la tarea con la que todos nos enfrentamos".

¡Aleluya!, porque ha establecido su reino el Señor, Dios todopoderoso; regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa está dispuesta, ... Bienaventurados aquellos que son invitados al banquete de las Bodas del Cordero. (Ap. 19:6-9).